Las hortalizas que crecen en invernaderos holandeses, lo suelen hacer en sustratos. Se trata de un medio de crecimiento artificial, como la lana de roca o las losas de fibras de coco, que sirve como un medio para nutrir a las plantas en el invernadero. Estamos descubriendo cada vez más que se puede estimular la vida del suelo en sustratos de la misma forma que en el suelo normal. La vida del suelo normal incluye organismos beneficiosos como los hongos y las bacteria, que viven juntos en un ecosistema subterráneo ingenioso. Si este sistema funciona bien, se promueve el crecimiento y la resistencia de la planta y en consecuencia los agricultores no tienen que utilizar tantos productos fitosanitarios (químicos).

Los hongos ayudan a las plantas

Tal vez no lo veas bien, pero bajo tierra, alrededor de las raíces de las plantas, los organismos minúsculos como los hongos y las bacterias se pelean por la comida. Existen hongos y bacterias nocivos que pueden causar enfermedades, pero también hay organismos buenos que trabajan junto con las raíces en un ecosistema ingenioso, proporcionándoles nutrientes y elementos resistentes a las enfermedades.

Hay hongos benéficos que crecen a la par con las raíces de la planta y previenen que los hongos patógenos la ataquen, rodeándolos y asesinándolos. Los agricultoress aplican este tipo de hongos benéficos inmediatamente después de la siembra o la plantación para asegurar una protección duradera del cultivo.

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