Aunque no suelen medir más de un milímetro de longitud, su valor es incalculable. Los enemigos naturales como los ácaros depredadores y las avispas parásitas luchan cada día contra plagas comunes en la horticultura. Esto es lo que denominamos control biológico.

Más del 90% de los cultivos de hortalizas en Holanda crecen con ayuda de la protección biológica de cultivos. Por eso las verduras y hortalizas cultivadas en Holanda se consideran como unas de las más limpias del mundo. Estos enemigos naturales también se utilizan cada vez con mayor frecuencia en el cultivo de flores y plantas.

Las avispas parásitas

Los pulgones infestan las plantas de interior y las de jardín y se reproducen muy rápidamente. Una planta sana y resistente puede deteriorarse rápidamente y tener un aspecto penoso. Los pulgones también representan una amenaza para los cultivos hortícolas. Muchos productos químicos se vuelven ineficaces a largo plazo, ya que las plagas desarrollan resistencia y su uso frecuente no es bueno para el crecimiento o la productividad. Por eso los agricultores suelen soltar, por ejemplo, avispas parásitas. Estos insectos penetran en el pulgón y ponen un huevo en su interior. Esto provoca su muerte y permite que la avispa se reproduzca.

El ácaro depredador

Los ácaros depredadores utilizados por ejemplo para combatir la araña roja se suministran en frascos que facilitan su dispersión. Si el agricultor detecta demasiadas arañas rojas en el cultivo, deberá esparcir los ácaros depredadores sobre las hojas de la planta cercanas a las plagas. Los ácaros depredadores buscan a los ácaros dañinos, los atrapan y luego succionan su interior. Estos ácaros depredadores son tan pequeños que apenas se ven a simple vista.

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Haz clic en el video para ver una animación que muestra dos ejemplos del control biológico de plagas.

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